Capítulo 6
Vivir o Morir
"16
de Abril de 1984
Hoy
hemos ido al lugar donde me encontraron los chicos. He visto el sitio
del accidente y como quedó todo. Intentando recuperar recuerdos
pasados de lo que sucedió para terminar aquí, sin vosotros, sin
nada, con gente que desconozco...
He
podido encontrar algo maravilloso y muy valioso para mi, ahora podré
llevaros conmigo siempre a cualquier parte, hasta que pueda sentiros
en mis brazos nuevamente.
Os
encontraré. Os quiero.
Te
amo. Siempre tuya, Julia."
12
horas antes.
Eran las seis de la madrugada cuando
miré el reloj por última vez antes de salir del local. Había
preparado todo como me había comentado Bob y ya tenía claras
algunas lecciones de supervivencia. Lo que no sabía es si llegado el
momento podría llevarlas a cabo.
Nos habían dicho que esperáramos en
la puerta a que viniera Nick. Al cabo de unos minutos apareció con
una especie de camioneta ranchera. Nos indicó por la ventanilla que
nos subiéramos.
Delante iba Nick, Bob y Jason. Detrás
en la bandeja iba yo con Lucy y Kevin.
El motivo de esta excursión en grupo
era, según Bob, para ayudarme a llegar al lugar del accidente.
Aunque me parecía excesivo ir seis personas sólo para echar una
ojeada al lugar donde me encontraron. Supuse que habría algo más
que me ocultaban nuevamente.
No iba a quejarme mientras me llevaran
donde yo quería, y no iba a ser un estorbo.
Jason y Kevin son hermanos, siempre
están juntos, discutiendo y jugando a las cartas apostando balas.
Jason era policía de la ciudad, su hermano, más joven que él, era
menos serio y más cariñoso. Siempre estaba de bromas.
Nick fue el que me hizo desconfiar de
ellos cuando le vi con las armas, pero es un gran tipo. Quería
decirme la verdad desde el principio y ponerme al día de la
situación.
Lucy y Bob fueron mis ángeles, los
dos estuvieron encima mía hasta que me recuperé por completo del
accidente que me costó la memoria. Lucy era psicóloga hasta hace
unos días, como aquél que dice, en un colegio del barrio antiguo,
es la más insistente en ayudarme con mi cabeza. Dice que debido al
golpe que me he dado he sufrido amnesia postraumática, y que por eso
todo lo que sucedió momentos antes del accidente no lo puedo
recordar. Que con paciencia y ayuda podré recordar todo y es posible
que pueda encontrar a mi familia.
Bob no sabía a que se dedicaba, nunca
me lo había dicho ni yo había preguntado. Era un tipo fuerte,
tranquilo, agradable.
-Lucy. ¿A qué se dedicaba Bob?
-Era sacerdote en un pueblo del norte.
- Sonrió al ver mi sorpresa -¿No lo esperabas eh?
-Un cura con armamento no es mi ideal
en una misa.
-Jajaja deberías hablar con él sobre
eso, es muy probable que te sorprendas de su opinión en todo esto.
Era un tipo que tenía idea de armas,
era fuerte, muy fuerte de hecho, se podía ver en sus brazos que eran
marcados levemente por la camiseta que llevaba. Nunca hubiera
acertado en su misión de servir a dios. Tampoco me es posible
entender como un siervo del señor puede estar en esta guerra
apocalíptica y explicarme como usar un arma. Normalmente otro en su
puesto estaría pidiéndome que rezara y confiara en dios y en que él
nos salvaría.
Salí de mis pensamientos cuando sentí
un fuerte golpe en el coche. Lucy y Kevin se asomaron por la bandeja.
-¡Mierda, Bob! - Gritó Lucy. -
Errantes a las doce.
-¿Errantes? - Pregunté confusa.
-Zombis o errantes, los llamamos así.
Errante es una persona que vaga sin rumbo fijo de un sitio a otro,
creo que es el nombre apropiado para estos seres.
Nick paró el coche. Había una pared
de zombis que impedía pasar por la carretera, cualquier intento de
pasar con el coche sería imposible. Eran demasiados, nos pararían
entre todos y nos quedaríamos atascados.
Me bajé de la camioneta y me quedé
petrificada viendo por primera vez esa imagen de gente con el cuerpo
desgarrado. La mandíbula se veía donde antes había labios y cara.
Con restos de sangre por todos lados de su cuerpo, veía como se
acercaban a nosotros despacio, casi sin fuerzas, haciendo un gemido
extraño como de agonía. Avanzaban despacio, muy despacio, estirando
sus brazos intentando cogernos a los lejos. Era extraño verlo... era
como en las películas de terror que le gustaban a John. Era como ver
cadáveres andantes medio podridos. Realmente son eso, me temo.
Andaban como sin fuerza, impulsados sólo por un instinto salvaje,
como si fueran marionetas en manos de algún perturbado que quería
asustarnos.
No podía aceptar que eso era real, me
era imposible concebir esa absurda idea de que estábamos invadidos
por zombis... por el amor de dios, son personas heridas.
Escuché un tiro y vi como caía ante
mi a escasos centímetros de mi cuerpo. Miré por inercia de donde
procedía el tiro.
-¿Qué haces? ¿Estás loca? - Me
gritó Lucy apuntando hacía otro que se iba acercando más a mi. -
Sube a la camioneta tenemos que largarnos de aquí, vienen muchos.
No sé si quince o veinte venían
hacía nosotros, quizás más pero no podía pararme a pensar ni
contar.
¡Qué estúpida!, pensar que estaban
heridos cuando realmente están muertos.
Me subí a la camioneta y miré
perpleja la escena atroz que invadía el carril. Nick arrancó y giró
por el otro lado de la carretera subiendo por una cuesta que nos
llevaba a un puente.
Los perdimos de vista.
-Julia en que demonios estabas
pensando. ¿Querías morir? - Me reprimió Lucy.
-Lo siento. - No podía decir nada más
– Le has matado.
-No, Julia, ya estaban muertos y si no
actúo tú también lo estarías.- Me quitó mi mochila, sacó mi
pistola y me la ofreció. - O tú o ellos. Vivir o morir. Tú
decides.
Cogí el arma con fuerza, asumiendo
que esta película era real, que mi mundo era real y que ahora los
zombis estaban fuera de la pantalla, en mi ciudad. No iba a morir
hoy, no ahora, antes tenía que encontrar a mi familia.
En la carretera no había ningún
vehículo funcionando, sólo coches abiertos, cosas por el suelo y
cadáveres, muchos muertos invadían la carretera. Por suerte para
nosotros, la mayoría estaban doblemente muertos y no iban a
levantarse.
Si todo era como me habían contado,
mi referencia serían las películas de George Romero. Para acabar
con un zombi hay que darle en la cabeza.
A partir de ahora tendría muy claro
que iba a hacer y de lo que no iba a dudar.
Nick paró la furgoneta y nos bajamos
todos de ella.
-Bien. - Dijo Bob bajando el tono de
voz. - Hay muchos vehículos y necesitamos combustible. Mientras Nick
y yo extraemos la gasolina de todos los coches que podamos, vosotros
rebuscais todo lo que podáis y que sea de utilidad. Medicamentos,
comida, bebida.. en fin, todo lo que podáis conseguir. - Me miró un
momento . - Julia, no te separes de Lucy.
-Tened cuidado e intentar no hacer
ruido, no queremos despertar a estos dormilones y tener que salir
cagando leches. - nos dijo Nick.
No me despegaba de lucy salvo lo justo
para buscar por mi cuenta. Despacio intentando no hacer el menor
ruido miraba en la guantera, las puertas y el maletero. En algunos
coches había personas, o como había que llamarlos ahora, zombis.
Parecían dormidos y no me atrevía a perturbar su sueño.
Me acerqué a Lucy y le comenté mi
inquietud. Vino conmigo andando despacio de cuclillas y sacó un
destornillador de su cinturón. Vi como se lo clavaba en la cabeza al
cadáver que había en el asiento del copiloto.
-Cuando haya uno o no estés segura de
que esté realmente muerto, usa algo así y atraviésale el cráneo.
- Susurró. - Toma.
Me dio su destornillador y me señaló
a su cadera. -No te preocupes, llevo un cuchillo para mi.- Y se fue a
buscar en el vehículo en el que estaba mirando antes de molestarla.
Miré todos los coches que pude
intentando encontrar cosas de interés. Definitivamente esta gente
tenía pensado huir de la ciudad por que los maleteros estaban llenos
de maletas de viaje llenas de ropa y objetos personales. En una de
ellas encontré un álbum de fotos familiar.
"Family Johnson"
Pobre gente, pensé. Huir y terminar
así.
Uno de los coches tenía una sillita
de bebé. Se me revolvió el estómago al pensar en lo que pudo pasar
allí. Aunque no había nadie cerca ni sangre alrededor, así que
supuse que escaparon o que simplemente no iba el bebé a bordo.
Como un destello vi a una niña gritar
mamá. Me agarré la cabeza cuando noté un fuerte dolor que me hizo
apretar los ojos y tirarme al suelo de rodillas. No pude evitar
soltar un quejido de dolor que despertó a varios zombis de mi
alrededor.
Reaccioné rápido, el dolor se había
ido, apenas había sido unos segundos que me habían jugado una mala
pasada. Vi como de uno de los coches de atrás salía un zombi que se
cayó al suelo. Miré a mi alrededor buscando a mis compañeros pero
estaban ocupados cargando la camioneta.
Me tocaba ser fuerte y afrontar la
situación, tenía que aprender a sobrevivir. Me fui al que tenía
mas cerca y le clavé el destornillador en la cabeza mientras cerraba
los ojos para no ver la atrocidad que estaba haciendo.
Corría de un lado a otro para
escabullirme de los demás, apenas había dos. Nada preocupante
estando el grupo unido. Llegué al lado de los chicos y Lucy y yo nos
encargamos de ellos. Ambas suspiramos al ver que estábamos a salvo y
nos largamos de allí hacía donde tuve mi accidente.
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